Trovadores y Troveros
En Francia durante el siglo XI tenemos a los Trovadores y Troveros. La principal diferencia entre ambos está dada en el dialecto en que se expresaban, respectivamente en la lengua de oc y en la lengua de oil (ambos términos: "oc" y "oil", significan "sí" en los respectivos dialectos). Ambos constituyen la más típica expresión de la vida cortesana y eran considerados poetas auténticos y creadores líricos, siempre en la búsqueda de rimas y ritmos (el primero de estos poetas de quien conocemos composiciones es el príncipe Guillermo IX (1071-1127), Conde de Poitiers), y eran tratados como clase privilegiada, al estar sólidamente introducidos en el ámbito aristocrático de la corte francesa.
Claro que entre ellos existen más diferenciaciones: los Trovadores -que eran propios del Sur- nos brindan una lírica sentimental y amorosa, mientras que los Troveros -situados al Norte- nos ofrecen una poesía heroica y caballeresca junto con la descripción de acontecimientos épicos y cortesanos.
Con un incremento notable en el número de composiciones trovadorescas (se conocen más de 300 poetas), Trovadores y Troveros eran consideradas figuras importantes, en contraposición con aquella del Juglar, vagabundo profesional, histrión y saltimbanqui, algo así como una versión burlona y grotesca de los dos primeros.
Y fue tan grande el éxito de la lírica y de la música trovadoresca que comienzan a ser recibidos en diversas otras cortes: son acogidos en las cortes españolas y en las del norte y sur de Italia, y llegan hasta Alemania, Inglaterra, y al imperio romano del Oriente. Tal era su popularidad que se pusieron muy pronto de "moda", dando lugar a un crecido número de interesantes imitaciones, y el modelo francés adquirió una universalidad tal que hasta los mismos autores italianos pusieron música a textos en lengua francesa. Otro ejemplo se da en Alemania, donde la canción trovadoresca encontró un terreno particularmente fecundo y dio origen a un género afín: el Minnesang, y surgen así los Minnesänger, la versión alemana de estos Trovadores y Troveros franceses.
Así está dado entonces el camino de la poesía en los primeros siglos siguientes al año 1000, en los que se observa un constante deseo por alcanzar horizontes más abiertos y libres. Y en este marco nace pues la obra musical y poética de los Goliardos, que eran estudiantes nómades que recorrían Europa, solos o en grupos, atraídos por la fama de cualquier centro de estudios o célebre maestro (claro que esta costumbre duró hasta mediados del S XIII, cuando la fama creciente de las Universidades de Bologna, París y Oxford -entre otras- los impulsó a convertirse en sedentarios y fijar su residencia cerca de ellas). A través de textos en latín cantados en coro y en diálogo, los Goliardos hacen una poesía juvenil, exaltando temas espirituales, políticos y morales, como así también el vino y el amor, en un intercambio continuo entre elementos sagrados y profanos. La mejor colección de los cantos goliárdicos son los Carmina Burana, que -a pesar de llegar a nosotros en una notación musical imposible de descifrar- se han rescatado unas poquísimas excepciones, melodías que fueron tomadas por compositores modernos, y que han dado la posibilidad de que sean conocidas por nosotros hoy en día.
Marisol Gentile
Directora y Compositora
Extraído de:
http://www.rosariarte.com.ar/contenidos/index.php?nota=84
Un muy buen sitio para descargar música de la Edad Media y del Renacimiento es:
ResponderEliminarwww.sonusantiqva.org
Si bien los trovadores franceses eran maestros de la lirica y el canto gran parte de su música no se pudo conocer ciertamente ya que no había el lenguage musical apropiado a lo mucho el tetragrama.
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