jueves, 17 de diciembre de 2009

La Estética Renacentista


LA ESTÉTICA RENACENTISTA

1. EL CONCEPTO DEL ARTE.

La renovación italianista no se redujo a términos puramente formales. Con la métrica importada llegaban también unos principios ideológicos y artísticos que imponían un tratamiento radicalmente distinto del material poético, tanto en los temas, como en la expresión. Todo ello afecta igualmente a la idea misma de lo que debe ser la creación literaria y la finalidad que ha de moverla.

La Edad Media había mantenido un concepto fundamentalmente utilitario del arte. La justificación de una obra literaria dependía de su capacidad para transmitir conocimientos provechosos (históricos, jurídicos...) o para divulgar los preceptos morales derivados del sentimiento religioso. La literatura de entretenimiento y la que expresaba emociones personales era poco estimada y hasta despreciada.

El Renacimiento intenta olvidar el utilitarismo artístico del pasado. Movidos por un deseo de belleza ideal y totalizadora aprendido en Platón, los nuevos poetas tratarán de apurar las posibilidades expresivas del idioma y el cauce de recursos estilísticos que les brindan sus modelos literarios en los cuales han hallado la manera de mostrar la complejidad de sus emociones humanas, dignas -por ser humanas- de un tratamiento poético que las dignifique aún más.

2. LA INNOVACIÓN MÉTRICA

La poesía culta del siglo XV utilizaba casi exclusivamente dos tipos de verso: el octosílabo y el llamado arte mayor (12 sílabas).

El primero era el metro tradicional castellano, de muy buenos resultados pero muy ligero para expresar un lirismo más hondo y reflexivo.

El arte mayor, usado para temas graves y solemnes, estaba dividido en dos hemistiquios y resultaba muy monótono rítmicamente. Torpe avutarda de cuatro aletazos por renglón lo llamó Dámaso Alonso. En absoluto podía competir con el flexible verso endecasílabo que Boscán y Garcilaso habían decidido adoptar como cauce poético.

En el siglo XV se habían producido los primeros intentos de introducir el endecasílabo en la poesía española: el marqués de Santillana lo intentó en sus Sonetos fechos al itálico modo, experimento que no tuvo repercusión por falta de seguidores. Habrá que esperar un siglo para que cuaje el intento que Boscán explico en su carta a la duquesa de Soma (libro de texto).

A. ESTROFAS ENDECASÍLABAS

El endecasílabo venía acompañado de una serie de formas estróficas que los renacentistas aclimataron en la nueva poesía:

- SONETO. La más importante. Formado por dos cuartetos y dos tercetos de rima consonante (normalmente ABBA ABBA CDC CDC). Es un molde estrófico apropiado para la composición de un poema breve pero con un desarrollo temático completo. Requiere una gran precisión constructiva en beneficio de la expresión ordenada del pensamiento y una condensación poética que supone todo un reto para el autor. La estrofa más usada por Petrarca, fue muy bien acogida por los poetas del Siglo de Oro, al principio vinculado a la temática amorosa, se extendió después al tratamiento de otros asuntos.


El soneto procede de la lírica trovadoresca y como forma independiente aparece en la poesía italiana de la segunda mitad del XII. Perfeccionada por los poetas del dolce stil nuovo, alcanza su apogeo en el Cancionero de Petrarca.

- ESTANCIA.(SILVA) Se compone de un número variable de endecasílabos y heptasílabos combinados y aconsonantados libremente, configurando así un esquema estrófico que se va repitiendo a lo largo de la composición. Es el integrante obligado de la canción amorosa que los renacentistas aprendieron de Petrarca aunque luego también amplió sus temas.

- LIRA. Nació como alternativa más ligera y contenida a la estancia. Consta de 3 heptasílabos y dos endecasílabos que riman 7a11B7a7b11B. Fue Garcilaso el que primero utilizó esta estrofa en su Canción V de donde le viene el nombre: Si de mi baja lira...

- TERCETOS ENCADENADOS. Sucesión de tercetos con rima ABA BCB CDC DED... Para que el verso final de la última estrofa no quede suelto, se añade un verso final que rime con él. La Divina Comedia de Dante le dio a esta estrofa un enorme prestigio que redujo su empleo, en general, a una poesía más trascendente, reflexiva (lamentos ante la muerte, dolor) , de tono doctrinal. Fue la elección más frecuente de la lírica epistolar que normalmente toca temas elegíacos, filosóficos o satíricos.

- OCTAVA RIMA O REAL. Ocho endecasílabos unidos por consonancia alterna entre los seis primeros y pareada en los dos últimos: ABABABCC. Introducida por Boscán, la estrofa quedó ligada la poesía narrativa (fábulas, églogas...). Con ella escribió Garcilaso su Égloga III.

B. LOS GÉNEROS POÉTICOS

El tema, la métrica o ambas cosas otorgaban al poema unos rasgos específicos y lo adscribían a un género

- LA ÉGLOGA O BUCÓLICA es una composición de asunto predominantemente amoroso, que se desarrolla en un escenario campesino idílico (locus amoenus) y cuyos protagonistas son pastores. Con frecuencia se manifiesta en forma dialogada. Estancias, octavas o tercetos son sus estrofas más habituales. La tradición bucólica tiene su origen en La arcadia de Sannazaro.

- LA EPÍSTOLA. Adopta la forma convencional de una carta en verso dirigida a un amigo, en la que el poeta, bajo la excusa de transmitir noticias suyas, se extiende en argumentaciones éticas, sobre un motivo concreto... De contenido grave, el molde más apropiado son los tercetos encadenados.

- LA ELEGÍA. (Canto de dolor inspirado por algún acontecimiento fúnebre) Y LA SÁTIRA (crítica de conductas censurables, individuales o colectivas) son géneros difíciles de distinguir porque suelen producirse por via epistolar

- LA ODA tampoco tiene fronteras claras. Extensión variable, temática diversa, pero casi siempre de asunto elevado.

- CANCIÓN, de origen trovadoresco, en su modalidad amorosa llega al XVI a través de Petrarca. Consta de un número variable de estancias, a la última de las cuales sigue una forma distinta, el envío. Fue evolucionando en temas y, a partir de Garcilaso, se escribió también en liras.

3. LOS TRES GRANDES TEMAS: EL AMOR, LA NATURALEZA Y LA MITOLOGÍA

A. EL AMOR.

El proceso amoroso

El amor, definido en sentido platónico como deseo de belleza, nace como consecuencia de un extraño fluido que, partiendo de los ojos de la dama, llega a los del poeta y, a través de ellos, se adueña de todo su ser. El desdén o la ausencia de la amada provoca un efecto inmediato: el sufrimiento, un sufrimiento gozoso, según la poesía provenzal y Petrarca. Los neoplatónicos resolverán esta contradicción afirmando que el amor enajena al amante, el cual vive una especie de muerte personal, voluntaria y, por lo tanto, gozosa. A través de esa muerte ideal, llega al mundo de la belleza.


El amor es percibido como un servicio a un ser superior, pero, además es un destino, una razón para existir, una fuerza inexorable contra la que no se puede luchar, una gloriosa cárcel. El enamorado se encierra en sí mismo, se aísla del mundo y tan sólo se confía a la naturaleza y a la lengua literaria -la poesía- donde confiesa su sufrimiento sin atentar contra el principio de la discreción.

La poesía de la época se nutre de un caudal de lugares comunes -tópicos- que se podrían resumir en los siguientes:

1.- La pura exaltación de la belleza de la amada en los términos ya expuestos. Es descrita de forma arquetípica –descriptio puellae- como una dona angelicata: cabellos más rubios que el sol, tez blanca, cuello largo... (muy mediterránea).

2.- Los intentos de precisar qué es el amor y cómo se manifiestan sus aspectos contradictorios. Para ello el poeta apelará al poder expresivo de oxímoros y paradojas: hielo abrasador, dulce llama, guerra que da paz...

3.- Las quejas por la indiferencia o el desvío de la amada. A veces no es la dama la que engaña; son los sentidos, la imaginación o los sueños los que hacen creer al poeta que su amor es correspondido (el sueño amoroso).

4.- El sufrimiento ocasionado por la ausencia.

5.- La esperanza, alimento del amante, único remedio eficaz contra la angustia de amar sin ser correspondido. Ni siquiera la muerte puede vencer este sentimiento del que nace la fe en el amor.

6.- El conflicto entre el deseo amoroso y la razón. La pasión es un mar tempestuoso que arrastra al poeta y ofusca su mente. La razón es el buen puerto al que se llega tras el naufragio.

7.- El lamento por la muerte de la dama, sufrimiento que lleva al poeta a desear la suya.

B. LAS FUENTES CLÁSICAS: UNA MANERA DE REPRESENTAR LA NATURALEZA, LA VIDA Y LA MUERTE

La Edad media no desconocía del todo a los grandes autores grecolatinos pero su conocimiento estaba restringido a la minoría culta y eclesiástica que hablaba latín y que chocaba ideológicamente con la esencia vitalista y pagana de esas obras. El verdadero descubrimiento de los clásicos se inició en Italia de manos de Dante, Petrarca y Bocaccio. En el XV, el desarrollo de la burguesía y el de la imprenta favorecieron la generalización de la admiración por una cultura que marcó decisivamente la mentalidad y el arte renacentistas y la fisonomía espiritual del mundo moderno.

LA NATURALEZA. Una visión neoplatónica, el marco bucólico.

La naturaleza del Renacimiento sigue los cánones de la tradición bucólica.Su fuente principal son las Bucólicas (o Églogas) de Virgilio cuya tradición recogerá Sannazaro en su novela pastoril La Arcadia.

En estas obras queda fijado un género que mantendrá siempre dos componentes fundamentales:

1. La transfiguración pastoril del poeta que, desdoblado en pastor, tiene la oportunidad de expresar sus sentimientos amorosos. Obviamente, los pastores bucólicos tienen poco de rústicos; son cortesanos con traje literario de pastor, son cultos, refinados, exquisitos artistas del ejercicio poético y musical, a través de cuyas manifestaciones subliman sus penas amorosas.

2. El estereotipo paisajístico del locus amoenus (lugar agradable), escenario idealizado que integra un conjunto de elementos naturales armónicos y serenos: una arboleda, hierba siempre verde y salpicada de flores, una fuente, un río, aves cantarinas, una brisa fresca y perfumada... Una recreación platónica de la naturaleza que, aparte de su función estética, tendrá diversos significados simbólicos en relación con el estado anímico del poeta:

- simple marco campestre en el que los enamorados viven sus amores y desamores.

- espejo del amor y de los estados de ánimo de los enamorados. Es una naturaleza condoliente que comprende al poeta y se compadece de su aflicción (la fuente llora, las aves cantan sus penas...). En ocasiones lo que refleja es la belleza de la dama con la cual compite.

- confidente del enamorado

- naturaleza indiferente que contrasta en su alegría con los sufrimientos del poeta.

RECREACIONES MITOLÓGICAS

Los escritores renacentistas recrearán los mitos clásicos que para ellos representan un mundo lejano y fascinante. Lo harán de varias formas:

- con alusiones concretas, sin apenas desarrollo.

- creando un ambiente mítico como el de la égloga III de Garcilaso, lleno de toda la variedad mitológica de ninfas, náyades, faunos...

- reconstruyendo todo un episodio mitológico.

La poesía amorosa del XVI rebuscó en la mitología los aspectos relacionables con las situaciones representadas en los poemas convirtiendo en tópicos muchos episodios mitológicos: Apolo y Dafne se convertirán en símbolo del rechazo amoroso; el descenso de Orfeo al reino de los muertos será la ilustración de la fidelidad, del poder del amor frente a la muerte; la caída de Faetón y la de Ícaro serán ejemplo de soberbia y osadía del amante...

TEMAS HORACIANOS: el Carpe diem y el Beatus ille

El enfoque renacentista de la existencia humana descubrió en la poesía de Horacio respuesta a muchos interrogantes. El pensamiento horaciano partía de la exhortación al goce del presente, ya que la vida es corta y la muerte se presenta sin aviso. Pero ese goce de los placeres debía ajustarse a un principio de moderación natural y de conformidad con lo que se posee. ¿Dónde poner en práctica ese ideal de vida? En pleno contacto con la naturaleza, en la paz del campo a donde no llegan los ecos del tráfago mundano (beatus ille)

La invitación horaciana a gozar del presente constituye un tópico literario que pocos poetas de los siglos de oro dejaron de tratar. Recibe el nombre de carpe diem(disfruta del día) del último verso de la Oda I del autor latino. No obstante cuando los poetas lo utilizan en composiciones amorosas, la estructura del poema se adapta a otro tópico, el de collige, virgo, rosas (coge, doncella, las rosas), tomado de una elegía de Ausonio, en la que se añade el motivo de la rosa como símbolo de la belleza efímera.

Ambos tópicos superan con su invitación vitalista el comtemptus mundi medieval y excluyen a la muerte como tema central de la poesía renacentista. Si aparece, lo hará como antítesis de la vida y el amor.

De Horacio y de la literatura bucólica llegará también un tema predilecto en el Renacimiento: el beatus ille (feliz aquel) o la oposición campo-ciudad. Se exaltará el primero (símbolo de paz y sosiego) y se rechazará la segunda (símbolo de la vida trabajosa y bulliciosa de la corte). El nombre del tópico viene de una composición de Horacio.

Extraído de:

http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/PROPUESTAS_LECTURA/RENACIMIENTO/esteticarenacentista.htm

1 comentario:

  1. oracio y de la literatura bucólica llegará también un tema predilecto en el Renacimiento: el beatus ille (feliz aquel) o la oposición campo-ciudad. Se exaltará el primero (símbolo de paz y sosiego) y se rechazará la segunda (símbolo https://symcdata.info/conspiraciones-y-rebeliones-por-la-independencia/

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I.F.D. Borges

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