viernes, 18 de diciembre de 2009

Lírica Medieval - Jarchyas


JARCHAS:

Se trata de unas composiciones breves- de muy pocos versos- que se utilizaban a modo de estribillo al final de las " moaxajas ", que era un tipo de poema árabe muy popular en la España musulmana alrededor del Siglo X.

Moaxaja: Un poema lírico que esta escrito en árabe o hebreo clásico. Consta de cinco estrofas de versos heptasílabos, y la rima es AAABB;CCCBB;DDDBB,EEEBB. La última estrofa es una jarcha.

Moaxaja árabe
(traducido y vertido en calco rítmico por E. García Gómez)

Si se compadeciera,
si a mi afán accediera,
si mi fin no quisiera,
besarlo me dejara
y de él no me quejara.

Culto de amor profeso;
no de traición soy reo;
mi honor puro mantengo:
quien esta ley abraza
prendado está de Fáray.

Mi humillación me gusta,
mis ansias, mi tortura.
Deja, pues, tus censuras.
Soy de una gente rara,
que de su mal se jacta.

Que el fuero intacto siga fuero (conjunto de leyes)
a todo amante obliga, civiles
y, si alguien dice, diga:
los reproches aparta,
pero al fuero no falta.

Una niña que pena
cual yo, mi mal consuela
si a su madre se queja: (lo que sigue es la "Jarcha" en romance)¡Ke tuelle me ma 'alma!
¡Ke kitá me ma 'alma!
Traducción de la jarcha:

¡Que me quita mi alma!
¡Que me arrebata mi alma!)

(de Angel Gómez Moreno, La poesía lírica medieval, Madrid: Taurus, 1987)

" Jarcha" en árabe significa " finida " o " salida", y estas cancioncillas procedían del acervo popular, por lo que estaban compuestas en el idioma vulgar, del pueblo, que en aquellos tiempos era un romance con influencias del árabe y del hebreo, pero básicamente romance.

Sobre estas canciones se " estribaba" la "moaxaja", o sea era el punto de apoyo del poema. En árabe se las conocía por "markaz", cuya traducción es " estribo". En realidad están, en cuanto a función en el poema, muy cerca de las finidas de los decires de los trovadores del Mester de Juglaría, y más porque parece que enlazan con la última estrofa del poema al modo que lo hacen los decires, zéjeles, villancicos y alguna otra forma trovadoresca.

Las primeras noticias sobre las "jarchas" son muy antiguas. Ya en el siglo XII-XIII, un poeta egipcio Ibn Sana el-Mulk, habla de ellas, e indica que deben estar escritas en lengua vulgar (que interpretaba como una mezcla de la algarabía que se hablaba en aquel momento en la España musulmana y el romance) y la " moaxaja" escrita en árabe clásico, o por lo menos razonablemente clásico.

Pero no fue hasta 1948 cuando S.M. Stern (un hebreo nacionalizado inglés) publicaría un primer corpus de 20 "moaxajas" en hebreo, con sus correspondientes jarchas en dialecto mozárabe; más tarde García Gómez (1952), publicaría otro grupo con sus jarchas correspondientes, pero provenientes de "moaxajas" en árabe..

La importancia de las jarchas reside en que son la primera muestra de poesía en lengua romance, y están fechadas en el siglo XI y siglo XII. En total no tenemos muchas, unas setenta y pico, de las cuales 26 están en hebreo.

Métricamente se trata de versos de menos de ocho sílabas en la mayor parte de los casos, y la estrofa va de los pareados hasta las octavas, pasando por trísticos, cuartetas, sextillas, y alguna quintilla, séptima y octava. En cuando a la rima hay donde elegir: desde la abrazada (abab), la monorrima (aaaa), del tipo copla ( -,a-,a), de versos libres, etc. Se han querido ver semejanzas con las primitivas formas métricas de la lírica castellana, y seguramente las hay.

Navarro Tomás opina que las cuartetas de rima abrazada corresponderían a las redondillas, y los pareados y los trísticos a los estribillos del zéjel y el villancico, en los cuales el estribillo interpreta un papel muy semejante al de la jarcha en la "moaxaja", como hemos indicado antes.

En cuando al cómputo silábico predominan los hexasílabos, seguidos por los octosílabos, heptasílabos y pentasílabos. Muy escasos los versos de más de ocho sílabas, aunque, por encontrar, hay alguno de hasta dieciséis sílabas. Claro que con las transcripciones se puede interpretar cualquier cosa.

La rima, por lo general, es consonante en las jarchas hispanoárabes y asonante en las hispanohebreas y en la mayor parte de las rimas caen en palabras romances. Ahora bien, se han encontrado así mismo jarchas escritas enteramente o mayoritariamente en árabe.

La temática es amorosa. Por lo general son lamentos de la amada ante la ausencia o la enfermedad del amado. También hay un grupo de panegíricos a personajes importantes y, cómo no, las dedicadas a los placeres de la vida, como al vino. Navarro Tomás opina que son una " clara anticipación de los cantares de amigo, abundantes en la poesía gallegoportuguesa de los dos siglos siguientes" (Métrica Española. Ed. Labor. Segunda Edición 1995. Pág. 53.)

El problema está en la trascripción y la interpretación. Ahí es difícil ponerse de acuerdo. Entre que unas están escritas en caracteres árabes y otras en hebreos, con fuga de vocales, pero con transliteración de palabras romances, complicado es llegar a unas mismas conclusiones.

Así que las jarchas que presentamos, pueden tener otras interpretaciones. Los criterios de selección de las versiones, están en función de las autoridades.


Viénid la Pasco ed yo sin ellu,
¡com´cáned miev corayón por ellu!

Viene la Pascua, y yo sin él,
¡cómo arde mi corazón por él!

ó

Venid, fresca jovencita
¿Quién esconde mi corazón herido?

La transcripción y las dos interpretaciones son del mismo autor, Menéndez Pidal.

Las relacionamos para dar una idea de la dificultad que presentan las "jarchas". La primera interpretación es, con ligeras variantes, la más aceptada.

Y para constatar la dificultad y diferencia de criterios, Navarro Tomás la presenta como octosílabos quebrados por trisílabos:

Vénid la pasca, ay, aún
sin ellu,
laçrando meu corayún
por ellu.

(Esta "jarcha" se ha encontrado en dos "moaxajas" diferentes. Una árabe de Abu Bakr Yahya ibn Baqí, la número XIII de la serie y otra hebrea de Yehudá Haleví, la número 5 de la serie hebrea. Fechadas las dos en la primera mutad del siglo XII.)
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Otras Jarchas

¡ Garrid vos, ay yermeniellas,
com´contener a mieu male!:
sin el habid non vivréyu,
advolarei demandare.

Interpretación.

Decid vosotras, ¡ay hermanillas!,
¡cómo resistir a mi pena!
Sin el amigo no podre vivir;
volaré en su busca.

Tanto la transcripción como la interpretación son de Menéndez Pidal. La "moaxaja" de Yehuda Halevi que vivió a finales del XI, primera mitad del XII.

Si analizamos la "jarcha" bajo un punto de vista métrico, se trata de una cuarteta con el siguiente esquema: 8-, 8a, 8-, 8a. Rima asonante. Naturalmente, sobre la transcripción. Pero es arriesgado y problemático.
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Transcripción:

Gar, si yes devina
e devinas bi-l-haqq,
garme cuand me vernád
mieu habibi Ishaq.

Pues sois adivina
y adivinas con verdad,
dime cuándo me vendrá
mi amigo Isaac.

También de Menéndez Pidal. Pero García Gómez la interpreta así:

Díme: ¿eres adivinadora
y adivinas con verdad?
Dime entonces cuándo vendrá a mí
mi amigo Ishaaq.

Es, también, de Yehuda Alevi y pertenece a una "moaxaja" en honor de Abu Ibrahim Ben Mahagir.

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Transcripción:

Vaise mio coraçón de mib,
¡Ya Rabb! ¿Si se me tornarad?
¡Tan mal me duéled li-i-habib!
Enfermo yed ¿Cuánd samarad?

Interpretación de Menéndez Pidal:

Vase de mí mi corazón
¡Oh Señor! ¿Acaso tornará?
¡Cuán extremo es mi dolor por el amado que está sufriendo!
¿Cuándo sanará?

Pero, para García Gómez:

Mi corazón se me va de mí.
¡Ay Señor, no sé si me volverá!
¡Me duele tanto por el amigo!
Está enfermo ¿cuándo sanará?
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Este video lo realicé sobre la base de una Jarchya cantada que encontré en un CD de música medieval, llamado "Tres culturas".
Si bien la melodía de esta Jarchya no es la original (pues es imposible saber con qué música se cantaba), es, sí, una melodía de la época, que posiblemente se haya utilizado para cantar las Jarchyas.
Las imágenes son, en su mayoría, del pintor Jean-Leon Gerome (1824 – 1904).

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